Colón , una de las ciudades más visitadas de Entre Ríos, se ha convertido en un destino perfecto para quienes buscan naturaleza, historia y ...
Colón, una de las ciudades más visitadas de Entre Ríos, se ha convertido en un destino perfecto para quienes buscan naturaleza, historia y relax. A orillas del majestuoso río Uruguay, combina playas de arena fina, termas de primer nivel y un patrimonio que invita a recorrer cada rincón con calma. A continuación, un recorrido por cinco lugares imperdibles para quienes visitan esta encantadora localidad.
1. Las playas del río Uruguay
Las amplias y cuidadas playas de Colón son, sin dudas, la carta de presentación de la ciudad. Con arena suave y aguas tranquilas, son ideales para tomar sol, practicar deportes náuticos o simplemente disfrutar de un mate frente al paisaje. Al atardecer, los botes y el cielo teñido de naranja crean una postal que conquista a propios y visitantes.
A solo 22 kilómetros de Colón se encuentra uno de los tesoros naturales más singulares del país: el Parque Nacional El Palmar. Este espacio protegido sorprende por sus extensas palmeras yatay, fauna autóctona —como carpinchos, zorros y aves— y senderos que permiten recorrerlo a pie, en bicicleta o en vehículo. Un paseo ideal para los amantes de la fotografía y la naturaleza.
La Costanera de Colón es el punto de encuentro de turistas y locales. Con vistas privilegiadas al río Uruguay, ofrece bares, heladerías y paseos para caminar a cualquier hora del día. El puerto histórico, con su muelle y embarcaciones, conserva el espíritu de la ciudad ribereña y permite apreciar de cerca la vida junto al agua.
Para quienes buscan descanso y bienestar, las Termas de Colón son una parada obligada. Este moderno complejo cuenta con piscinas de distintas temperaturas, rodeadas de vegetación, que invitan a relajarse en cualquier época del año. Las aguas termales, reconocidas por sus propiedades terapéuticas, convierten la visita en una experiencia de puro relax.
El centro de la ciudad, con la plaza San Martín como epicentro, conserva la esencia de pueblo entrerriano. Ferias de artesanos, locales de productos regionales y edificios de valor histórico se combinan en un paseo ideal para quienes disfrutan de la cultura local. Dulces caseros, artesanías en madera y cerámica son algunos de los recuerdos que se pueden llevar.


 
 
 
 
