El universo del whisky vive una transformación global. Lo que alguna vez estuvo asociado casi exclusivamente a Escocia, hoy se e...
El universo del whisky vive una transformación global. Lo que alguna vez estuvo asociado casi exclusivamente a Escocia, hoy se expande con nuevos orígenes, técnicas y públicos. Argentina no es la excepción: el consumo crece año tras año, impulsado por el interés en etiquetas premium y ediciones limitadas. En este contexto, Bodegas Bianchi, ícono vitivinícola con casi un siglo de historia, acaba de presentar su primer whisky, una innovación que combina raíces irlandesas con alma mendocina.
Del blend tradicional a los single malt de autor
En Argentina, el consumo de whisky aumentó más de un 6.000 % desde el año 2000, según datos del Museo del Whisky. Los blends clásicos siguen teniendo peso, pero las nuevas generaciones buscan experiencias más sofisticadas. Los single malt, los finish en barricas de vino y las ediciones de colección marcan el pulso de la categoría.
La preferencia también se orienta hacia segmentos premium, super-premium y ultra prestige, que, si bien representan apenas un 12 % del volumen, concentran el mayor valor y proyectan un crecimiento superior al 50 % en los próximos tres años.

Escocia vs. Irlanda: dos tradiciones, dos estilos
Aunque ambos países producen destilados de excelencia, el whisky escocés y el irlandés tienen diferencias marcadas.
Por un lado, el whisky escocés (Scotch) suele tener notas ahumadas, gracias al uso de turba en el secado de la cebada. Sus single malts se caracterizan por una complejidad robusta y un perfil más intenso. Por el otro, el whiskey irlandés: es conocido por su triple destilación, que da como resultado una bebida más suave y elegante, con sabores frutales y florales, ideal para consumidores que buscan delicadeza y accesibilidad.
Este contraste cultural y sensorial es clave para entender la propuesta de Bodegas Bianchi.
El puente entre Dublín y Mendoza
La bodega argentina se unió a The Temple Bar Whiskey Company, histórica casa irlandesa ligada al mítico pub dublinés, para crear The Temple Bar – Edición Limitada Bodegas Bianchi. Se trata de un Single Malt de 18 años, madurado durante 15 años en barricas de bourbon y terminado con tres años adicionales en barricas de Enzo Bianchi Malbec, el vino insignia de la casa mendocina.

Este finish inédito en Argentina imprime una huella de identidad: al carácter sedoso del whiskey irlandés se suma la intensidad, el cuerpo y la riqueza frutal del Malbec mendocino. El resultado es un destilado de color ámbar profundo, con aromas a frutas maduras, roble y especias, y un final largo y distintivo.
Para Bodegas Bianchi, este lanzamiento no es un hecho aislado. En los últimos años la bodega ha diversificado su portafolio con productos como el vermut Fasano y el gin Goat. Su apuesta por categorías emergentes refleja una estrategia clara: mantener viva una tradición de 97 años mientras explora nuevas fronteras del consumo.
“Este lanzamiento refleja nuestra visión de trascender fronteras, explorar nuevas categorías y ofrecer experiencias premium que hablen tanto de nuestra tradición como de nuestra capacidad de innovar”, destacó Pablo Glöggler, CEO de Bodegas Bianchi.
Solo se lanzaron 900 botellas de 700 ml, a un precio sugerido de $300.000, disponibles en la tienda online de la bodega y próximamente en vinotecas selectas.
Con este movimiento, Bianchi no solo suma un producto a su catálogo: se convierte en la primera bodega argentina en firmar un whisky con ADN Malbec, escribiendo un nuevo capítulo en la historia del destilado y ampliando los horizontes del lujo argentino.


 
 
 
 
