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Durante décadas, las termas fueron sinónimo de escapadas invernales:
aguas calientes, vapor, descanso y paisajes que acompañaban el frío. Sin
embargo, una nueva tendencia está desafiando ese paradigma en la
región: la termalidad deja de ser estacional y se reinventa también para
el verano.
Hoy, varios complejos en Uruguay y la región han comenzado a adaptar
sus instalaciones, incorporando piscinas que bajan su temperatura en los
meses cálidos, generando espacios donde el bienestar se vuelve posible
todo el año. El agua termal, reconocida por sus propiedades minerales y
su efecto relajante, se combina con formatos más lúdicos y frescos que
atraen tanto a familias como a viajeros en busca de descanso activo.
Altos del Arapey Club de Golf & Hotel Termal, ubicado en las
Termas del Arapey (Salto, Uruguay), es el ejemplo de un destino perfecto
para todo el año. Este resort 5 estrellas combina termas, spa, golf y
un sistema all-inclusive, con infraestructura y servicios diseñados para
el máximo bienestar sin importar la estacionalidad.
Destino de relax, golf y diversión para toda la familia
Sus aguas termales provienen de un pozo propio de 950 metros con
temperaturas que oscilan entre 39 y 40 °C. Esta agua nutre seis piscinas
al aire libre, una piscina cerrada in-out, una pileta infantil y varios
jacuzzis, con una renovación del agua constante asegurando pureza y
propiedades terapéuticas. En verano, una de las piscinas exteriores se
enfría para ofrecer una experiencia más refrescante —ideal para quienes
buscan confort y variedad estacional Así, el resort trasciende la idea
de que las termas son solo para el frío: se transforma en un oasis
versátil de salud, reposo y placer estival.
Otro cambio que se observa en esta tendencia es la diversificación de
la oferta: campos de golf que se integran al paisaje termal, spas que
amplían su menú de terapias, y espacios diseñados especialmente para
niños —como kids clubs con actividades guiadas, talleres y juegos—
convierten estas escapadas en propuestas integrales.
El campo de golf de 18 hoyos de Altos del Arapey ocupa 60 hectáreas
con vistas paisajísticas excepcionales, pensado tanto para aficionados
como para quienes buscan paisajes y tranquilidad. Este resort all inclusive
considera a cada huésped: el kids club está activo todos los días, con
animación, juegos, talleres, sala Wii, metegol, microcine y actividades
al aire libre. Un equipo especializado cuida a los más pequeños con
atención y creatividad, mientras los adultos encuentran su espacio de
paz. Simultáneamente, el spa ofrece tratamientos faciales, masajes
relajantes, sauna, sala de relax y gimnasio de avanzada tecnología.
El objetivo ya no es solo “escaparse del frío”, sino crear experiencias en las que cada integrante de la familia encuentre su lugar: desde quienes buscan deporte y aire libre, hasta quienes priorizan el relax profundo o las actividades en grupo.
Así, las termas dejan de estar ligadas a una temporada y comienzan a posicionarse como destinos wellness y recreativos de cuatro estaciones, con un acento cada vez más fuerte en la personalización y en la convivencia de diferentes perfiles de viajero.
Por Lucrecia Melcior


